Lavar los tomates, el perejil y el pepino.
Separar las hojas de perejil y picarlas muy menudas. Reservar.
Picar el tomate y pepino en cubos pequeños.
Pelar la cebolla y también picarla en cubos pequeños.
Pasar los tomates, pepinos y cebolla picados a una ensaladera.
Escurrir las lentejas, si son de lata, o igualmente si se trata de lentejas cocidas en casa.
Agregar también las lentejas a la ensaladera.
Espolvorear sobre los trocitos la pimienta, la sal, el orégano y el perejil picadito.
Verter un buen chorro de aceite de oliva sobre los ingredientes, y otro de vinagre.
Revolver bien los ingredientes para que los aderezos se distribuyan a través de toda la mezcla.
Meter la ensaladera al refrigerador. El cambio de temperatura volverá más refrescante la ensalada. Este tiempo funcionará también para que los vegetales absorban los líquidos y tomen más gusto. No hay un tiempo predeterminado para dejar la ensalada en el refrigerador, pero si puede pasar allí varias horas, o incluso una noche, mejor.
Para el momento de servir, la ensalada puede decorarse con algunas ramas de perejil, y algunos trozos frescos de pepino o tomate cherry.