Lo primero es lavar muy bien el repollo.
Luego, hay que rallarlo en láminas delgadas. No utilizar la parte dura y fibrosa del centro.
Ahora vamos a pelar la cebolla y picarla en cubitos muy pequeños.
Luego haremos lo mismo con la manzana. Pueden pelarla o dejarle la piel al gusto (yo prefiero dejarle la piel). Como sea, hay que cortarla en cubitos pequeños, y retirar las semillas y parte dura del centro.
Ahora vamos a quitar la piel de las zanahorias, y rallarlas también.
A medida que se piquen o rallen los vegetales, vamos a ir acomodando el resultado en una ensalada.
Luego, prepararemos la salsa. En una taza vamos a verter todos los ingredientes de esta parte de la receta. En el caso de la sal y la pimienta, se agrega un poquito al gusto.
Mezclar bien todos los ingredientes de la salsa y probarla. Si hace falta, corregir con un poco de condimentos salados (sal y pimienta), o al contrario, con un poco más de azúcar. Esto es según el gusto del cocinero y sus comensales.
Verter la salsa sobre los vegetales que ya están en la ensalada, y mezclar todo muy bien con dos paletas de ensalada.
Se recomienda refrigerar la ensalada por al menos un par de horas antes de servirla, para darle mayor frescura. Esto además permite que se integren los sabores y que los vegetales absorban un poco del aderezo.