Mezcla todas las especias en un bol.
Ahora vamos a marinar el pollo: junta la cucharada de yogur con la mitad de las especias, agrega el pollo, échale sal y pimienta al gusto y mezcla bien. Deja marinando un par de horas tapado en la nevera.
Pica la cebolla, ajo y el tomate en cubos pequeños. Pela el jengibre y pícalo también en trozos pequeños.
Calienta aceite a fuego bajo en una sartén, sofríe el ajo, el jengibre, la cebolla y el tomate. Revuelve constantemente y ten cuidado que no se queme ningún ingrediente.
Agrega la otra mitad de la mezcla de especias que te sobraron del primer paso. Deja cocinar no más de 1 minuto, siempre removiendo. Nuevamente cuidando que nada se vaya a quemar.
Seguidamente echa 1/4 de taza de agua y la pasta de tomate. Mezcla bien.
Agrega la mitad de la leche de coco que tienes disponible para la receta.
Pasa toda esta mezcla a un picadora y muele hasta que tenga una textura homogénea.
En una sartén a fuego alto cocina los trozos de pollo que tenías marinando y deja que se doren un par de minutos.
Echa la salsa de las especias al pollo, remueve un poco y deja que se termine de cocinar a fuego medio.
Corrige la sal y cualquier especia que consideres.
Cuando el pollo esté listo, agrega el resto de la leche de coco a tu gusto, remueve bien y apaga el fuego, deja que repose unos minutos.
Al servir, ponle cilantro fresco picado al plato.