Comenzaremos por pelar los dientes de ajo y picarlos muy finamente. También pelaremos y picaremos la media cebolla en cubitos pequeños.
En una olla grande y anti adherente, calentaremos un buen chorro de aceite (el equivalente a unas tres cucharadas), a fuego medio. Allí freiremos la cebolla y el ajo por unos dos o tres minutos.
Luego, agregaremos los granos de arroz y los freiremos ligeramente. Mientras se fríen, agregaremos a la mezcla una pizca de sal y otra de pimienta en polvo. También agregaremos el comino y mezclaremos bien todo.
Dejaremos cocinar el arroz al menos unos cinco minutos, removiendo con frecuencia.
Pasado este tiempo, agregaremos el puré de tomate. Mezclaremos todo, para luego verter el caldo de pollo (de la mezcla de estos dos últimos ingredientes se formará lo que en México se conoce como "caldillo de jitomate").
Nuestra mezcla de ingredientes ya está lista. Ahora bajaremos el fuego y dejaremos el arroz cocinarse durante 20 minutos, con la olla tapada, sin moverlo.
Una vez pasado este tiempo, destaparemos el arroz. Si aún no ha absorbido todo el líquido, podemos dejarlo cocinarse cinco minutos más (para cocinas de baja potencia, el arroz puede cocinarse hasta por 30 minutos).
Eso es todo. Nuestro arroz rojo mexicano ya está listo para servirse.