Comenzaremos por la parte de la receta que consume más tiempo: el relleno. De entrada, pelaremos los dientes de ajo y los picaremos en trocitos. También vamos a pelar la media cebolla y a picarla en cubitos pequeños.
En el caso de los jitomates, los lavaremos bien. Para cocinarlos, tenemos dos opciones: asarlos algunos minutos en una plancha, comal o sartén, o picarlos en trozos irregulares y freírlos directamente con la cebolla y los ajos.
Cualquiera que sea la decisión tomada respecto a los jitomates, calentaremos un chorro de aceite en un sartén, para freírlos con los trocitos de cebolla y ajo, durante unos tres minutos.
Pasado este tiempo, incorporaremos la carne al sartén. La mezclaremos bien con los otros ingredientes que acabamos de freír, y salpimentaremos al gusto.
Cocinaremos todo con tapa, durante unos 10 minutos.
Para aprovechar este tiempo, pelaremos y picaremos la manzana y el durazno, en cubos pequeños. En ambos casos, retiraremos las semillas previamente.
También podemos pelar y picar de una vez el plátano macho, en cubitos.
En el caso de las nueces, hay que pelar una docena, y una vez que tengamos el contenido, partirlo en trocitos pequeños, hasta completar alrededor de media taza.
Pasados los diez minutos, agregaremos los trocitos de manzana y durazno a la carne.
Mezclaremos, taparemos de nuevo y dejaremos que la mezcla se cocine por unos cinco minutos más.
Luego, destaparemos nuevamente y agregaremos las pasas, los piñones, las almendras (peladas), los trocitos de nueces, el plátano macho picado y una pizca de azúcar.
Revuelve todo muy bien y deja cocinar el guiso, con tapa, durante unos últimos cinco minutos.
Pasado este tiempo, prueba el relleno, y si hace falta, corrige la sazón con más sal o pimienta. Si la carne ha liberado mucho líquido para tu gusto, puedes dejarla cocinarse sin tapa, durante algunos minutos más.