Para ganar tiempo, comenzaremos la preparación de esta receta precalentando el horno. Usaremos una temperatura de 180 grados centígrados.
Luego nos ocuparemos de las cebollas. Simplemente las pelaremos y luego, las picaremos en juliana.
Ahora conseguiremos un recipiente para horno, y acomodaremos en el fondo las cebollas picadas.
Sobre las cebollas, vamos a espolvorear un poco de sal y pimienta al gusto. Las rociaremos también con el jugo de medio limón, un chorrito de aceite de oliva bien distribuido y un toquecito de romero.
Ahora vamos a ocuparnos del pescado. Ya debe estar desalado - si es el caso -, limpio, escurrido, seco y cortado en filetes, como lo mencionamos al principio de esta nota.
Una vez en condiciones, colocaremos cada filete sobre las cebollas, con la piel del lado inferior.
Salpimentaremos ligeramente los trozos de pescado (cero sal si se trata de pescado desalado), y bañaremos con un chorrito de aceite de oliva, bien distribuido.
Luego, bañaremos toda la preparación con el vaso de vino blanco seco.
Enviaremos la preparación al horno y dejaremos que se cocine entre quince y veinte (esto dependerá de la potencia del horno). Si lo deseas, puedes abrir el horno a la mitad de la cocción para rociar el pescado con el vino, con ayuda de una cuchara de cocina.
Pasado el tiempo indicado, verifica la cocción del pescado. Normalmente, deberá estar listo para sacarlo del horno y servirlo inmediatamente. Al servir cada trozo de filete, hay que bañarlo en su jugo y acompañarlo con las cebollas cocidas.