Partiremos del hecho de que el cordero ya está limpio, para comenzar esta preparación. Entonces cortaremos esta carne en forma de cubos medianos.

Luego, salpimentaremos la carne al gusto y la bañaremos con un hilo de aceite. Mezclaremos bien para recubrir los trozos de cordero.

Espolvoreamos la carne con un par de cucharaditas cafeteras de orégano en polvo y una de pimentón dulce. Luego, dejaremos que repose.

Ahora pelaremos la cebolla y la picaremos en cubitos pequeños. También pelaremos el ajo y lo picaremos menudamente.

En el caso de los pimientos, los lavaremos muy bien, retiraremos el resto de rama, y los abriremos para también quitar las semillas y las partes blancas de adentro. Luego, los picaremos en trozos.

Para continuar, calentaremos un chorrito de aceite en una sartén anti adherente y allí comenzaremos a saltear la cebolla y el ajo, removiéndolos con frecuencia.

Después de tres minutos, incorporaremos los trozos de cordero. Prestaremos especial atención a que cada trozo se cocine por todas sus caras. El objetivo es que solamente se sellen y se doren, por lo que tendremos que ir volteando cada pedazo de carne.

Una vez bien sellados los trozos de cordero, agregaremos a la sartén los pimientos. Dejaremos que se cocinen durante cinco minutos, y entonces, incorporaremos el tomate en puré o triturado con el robot.

Mezclaremos bien los ingredientes y añadiremos más sazonadores: media cucharadita de comino molido, el vino, un toque adicional de sal y de pimienta.

Revolveremos y dejaremos que el cordero se cocine a descubierto durante cinco minutos, y luego taparemos para cocer durante 45 minutos adicionales.

Aprovecharemos el tiempo de cocción para lavar el perejil muy bien. Luego, lo escurriremos y cortaremos las hojas finamente.

Pasado el tiempo de cocción, probaremos el cordero y si hace falta, corregiremos la sazón con más sal, pimienta u otras especies. Verifica también la textura de la carne, para ver si ya se encuentra a tu gusto o si hace falta dejar que se cocine un poco más.

Si deseas que la preparación tome una consistencia más espesa, puedes dejarla cocinarse más tiempo, pero ya destapada. Si no, tu cordero guisado ya está listo para servirse.