Para comenzar la preparación, vamos a pelar y picar menudamente la cebolla y un diente de ajo.

Luego, calentaremos una sartén con un buen chorro de aceite. Allí sofreiremos (a fuego medio-bajo) la cebolla y el ajo durante cinco minutos, removiendo con frecuencia.

Pasado este tiempo, incorporaremos la salsa kétchup, el vinagre, un toque de sal al gusto, el jarabe de maple, la salsa inglesa, dos cucharaditas de paprika o polvo de pimentón, media cucharadita de pimienta en polvo. Entonces mezclaremos muy bien todo y dejaremos que se cocine durante otros cinco minutos.

Luego, apagaremos el fuego pero dejaremos todavía la salsa en el mismo lugar, para que se cocine un poco más con el calor residual.

Ahora nos haremos cargo de la carne. Necesitaremos que ya esté limpia y lista para poderla condimentar y marinar.

En un bol, vamos a hacer una mezcla de especias, con una cucharadita cafetera de pimiento de Cayena en polvo, media cucharadita cafetera de comino molido, una cucharadita de paprika o pimentón, otra de sal, una de pimienta en polvo y una de azúcar.

Luego de haber mezclado bien todas las especias, la utilizaremos para masajear la carne con la punta de los dedos, teniendo especial cuidado de cubrir toda su superficie.

Colocaremos la carne especiada o adobada en un recipiente lo suficientemente grande, para poner a reposar la carne. Colocaremos allí las costillas y las bañaremos con la salsa que hemos preparado previamente.

Si es posible, cubriremos el recipiente con una tapa. En su defecto, podemos utilizar una película plástica. Luego lo llevaremos al refrigerador, para dejar que las costillas se marinen durante un tiempo mínimo de 45 minutos (si se pueden dejar durante varias horas, o incluso la noche completa, el resultado será mejor).

Cuando retomemos la elaboración de esta receta de costillas, comenzaremos por precalentar el horno a 180 grados centígrados.

Luego, conseguiremos un gran recipiente para horno, en el cual colocar las costillas previamente marinadas, junto a toda la salsa. Dejaremos que se cocinen durante 45 minutos.

Pasado este tiempo, las voltearemos, las bañaremos con la cerveza y las cubriremos con papel aluminio. Dejaremos que se cocinen 45 minutos más.

Cuando se termine el tiempo de cocción, puedes sacar las costillas del horno y estarán listas para comerse. Solamente, ten cuidado de no quemarte ;)