Corta la panceta en tiras no muy grandes pero tampoco demasiado pequeñas y fríelas en aceite de oliva a fuego medio. Cuando esté dorada, retírala del fuego y reserva.
En un recipiente profundo bate los huevos con el queso parmesano hasta que se tome una consistencia cremosa. Agrégale un toque de sal, otro de pimienta y reserva.
Ahora simplemente debes preparar la pasta.
Lo ideal es usar espaguetis. Cocínalos según las instrucciones del empaque.
Una vez que la pasta esté lista pásala por un colador y, aun estando bien caliente, júntala en una sartén grande (o en una ollcon la mezcla de huevos y queso y con la panceta.
Importante: no mezcles la pasta con la salsa sobre una hornilla encendida. El calor de la pasta recién hecha será suficiente para “cocinar ligeramente” el huevo de la salsa carbonara y crear la consistencia cremosa clásica de esta receta.
Listo. Disfruta de una auténtica pasta carbonara italiana.