Limpia bien las sardinas, que no tengan escamas ni exceso de espinas.
Pica la cebolla, el ajo y el perejil en cuadritos bien pequeñitos. Si lo prefieres, puedes usar una picadora eléctrica.
Mezcla las sardinas con la cebolla, ajo y perejil. Agrégales sal, pimienta y un chorro generoso de aceite de oliva.
Deja marinando una hora en un recipiente tapado, mientras tanto, precalienta el horno a 150°C.
En una bandeja coloca todas las sardinas con la piel para abajo. Mételas al horno por 15 minutos o hasta que estén cocinadas. Recuerda, y es muy importante esto, que a veces los hornos tienen temperaturas mayores, o menores a las que indican, por lo cual debes estar atento a que no se quemen ó les falte cocción transcurrido el tiempo que indico en la receta.
Saca las sardinas, voltéalas con la piel mirando para arriba y vuelve a hornearlas por 5 minutos más.
Retira del horno y sírvelas. Puedes ponerle otro chorro de aceite de oliva al momento de comer.