Pica muy pequeña la cebolla, el pimiento, el ajo, y el cilantro. Si te da pereza picar con cuchillo, usa un procesador de alimentos/picadora. Ojo, la idea es que queden en trozos pequeños, no vayas a molerlo demasiado y que se haga puré. Eso no.
En una sartén sofríe los trozos de cerdo con un chorro de aceite. Agrégale comino molido, orégano, sal y pimienta. Cocina unos minutos hasta que se sellen los trozos de carne por todos lados.
En este momento vas a agregar la cebolla, pimiento, ajo y cilantro que habías picado anteriormente. Revuelve bien por un par de minutos hasta que comience a sudar un poco. Agrega 1 taza de agua y las 2 cucharaditas de pasta de tomate.
Sigue revolviendo y baja el fuego.
Prueba el caldo y corrige sal y pimenta de ser necesario.
Tapa y deja cocinar a fuego bajo por más de 1 hora.
Transcurrido este tiempo, si la salsa aun es muy líquida, destapa la olla y súbele el fuego por unos minutos para que reduzca. Cuidado con excederte.