Para comenzar, la panceta ya debe haberse dejado orear por 24 horas, como lo hemos explicado al principio de esta nota. Entonces, nos aseguraremos de que esté limpia, y la cortaremos en cintas de entre 2 y 3 centímetros de espesor.
Luego, hay que conseguir una sartén lo más grande posible, para que idealmente podamos cocinar todos los trozos de cerdo al mismo tiempo. También debe ser honda para que no se escape el aceite si llega a saltar, y para que retenga suficiente calor, lo que contribuirá a la cocción de los torreznos. Allí calentaremos un chorro de aceite, en cantidad suficiente como para cubrir todo el fondo de la sartén, con un dedo de profundidad, para que los torreznos queden sumergidos hasta la mitad. Dejaremos que se caliente a fuego bajo.
Cuando el aceite esté caliente, colocaremos las piezas de panceta en la sartén. Deben quedar con la piel hacia abajo. Deja que se cocinen durante 20 minutos en esta posición. Normalmente se irán llenando de burbujas a medida que se van cocinando.
Una vez transcurridos los 20 minutos, comenzaremos a rotar cada torrezno. La idea es irlos moviendo con frecuencia, durante otro período de 20 minutos, para que se cocinen por todas partes.
Cuando se acaben los 20 minutos adicionales, retíralos del aceite y deja que se escurran, antes de servir. Puedes dejarlos sobre una cesta o colador metálico para que pierdan el exceso de grasa, o simplemente colocarlos sobre un plato cubierto con hojas de papel absorbente.