En un bowl con agua y sal, coloca las almejas y déjalas remojando para eliminar arenilla o impurezas.
Después del tiempo de remojo, cuece las almejas en una olla con un par de vasos de agua. Cuando comience a hervir y las almejas se abran, estarán listas; cerca de 1-2 minutos después del hervor.
Retira y tira las almejas que sigan cerradas. Escurre el caldo de las almejas, cuélalo y reserva.
Pica finamente la cebolleta y los ajos. Vierte en un sartén grande con el aceite y espera hasta que se hagan ligeramente transparentes.
Lleva los ingredientes en las orillas para hacer un hueco al centro. Vierte la harina y remueve un poco hasta que se tueste ligeramente y pierda el sabor a harina.
Agrega el vino, salsa de tomate, pimentón y caldo de almeja. Mezcla hasta que los ingredientes se integren.
Espolvorea un poco de sal, tapa la olla y deja cocer a fuego medio-bajo por 6 minutos. Si notas que la salsa está muy espesa, agrega un poco de agua o caldo de almejas.
Deja cocer por 3-4 minutos más y agrega las almejas. Mueve la olla para que se impregnen con la salsa.
Tapa la olla y espera 2-3 minutos más.
Riega un poco de aceite de oliva extra. Espolvorea el perejil picado.
Apaga el fuego, sirve caliente y disfruta.