Cortamos el pescado en láminas delgadas con un cuchillo bien afilado, teniendo cuidado de no romperlas ni estropearlas.
Colocamos las láminas de pescado sobre platos fríos y las reservamos unos minutos en el frigorífico.
En un bol o recipiente tipo ensaladera de vidrio, vertemos el pescado, con mucho cuidado para que no se rompa.
Añadimos el ají limo de ambos colores sin pepitas, ají amarillo, sal, jugo de limón recién exprimido y los cubitos de hielo.
Rectificamos los sabores.
En un plato llano blanco, colocamos pliegues de pescado, tratando de hacerlo de una manera que se vea prolijo, añadimos el jugo de la preparación y espolvoreamos culantro.