Abre las peras por la mitad, a lo largo, sin quitarle el tallo pero sí quitándole las semillas.
En una sartén a fuego suave diluye el azúcar en uno 50 ml de agua (puedes agregarla lentamente). La idea es que hagas un almíbar, por esto debes tener cuidado de no poner mucho agua.
Pon las peras en una bandeja pequeña de hornear y échales por encima el almíbar.
Agrégales también la cucharadita de canela y la pizca de clavo de olor. Cuidado con el clavo que es fuerte de sabor, debes ponerla muy poca cantidad.
Cocina al horno a unos 170-180 grados durante media hora.
Una vez transcurrido el tiempo tus peras al horno ya deberían estar blandas.
Las retiras del horno, las dejas reposar unos minutos y sírvelas con un chorro de miel por encima a tu gusto.