En un bol agrega la sal, el agua y el aceite, mezcla con una cuchara hasta que se diluya la sal por completo.
Añade la harina de maíz con el agua, la sal y el aceite hasta obtener una masa compacta y suave.
Haz cuatro bolitas del mismo tamaño y aplástalas con las palmas de las manos y redondea hasta formar unas arepas.
Sobre una plancha o budare caliente cuece las arepas hasta que tengan una capa dura en su exterior.
Luego introdúcelas en el horno a 120 ºC, este proceso es solo para que se inflen y puedas rellenarlas con más facilidad.
Una vez listas, espera que reposen un poco y ábrelas.
Agrega en otro bol la harina de trigo, los huevos, la sal, la mostaza y la leche; revuelve con un tenedor hasta unificar la mezcla.
Agregar poco a poco el agua hasta obtener una mezcla espesa para el rebozado (solo debe colocarse el agua necesaria).
Añade una rebanada de mortadela dentro de la arepa (es importante que la mortadela no sobresalga de la arepa).
Cierra la arepa con la ayuda de palillos, sumerge la arepa en la mezcla del rebozado utilizando unas pinzas. Debe quedar cubierta por ambos lados.
En una sartén con abundante aceite fríe hasta que dore por ambos lados.
Ponla sobre papel absorbente. Repite con todas las arepas.
Abre la arepa y rellenar con queso de mano, repollo, tiritas de tomate, mayonesa, salsa de tomate (kétchup) y mostaza.
Sirve caliente para que se mantenga la textura crujiente.