Inicia la receta y toma el pollo. Debe estar entero, pero limpio. No debe tener vísceras ni patas.
Una vez limpio, hilo pabilo o de cocina, amarra la parte de las patas y con un tenedor o cuchillo, haz cortes pequeños por todo el cuerpo.
Coloca en un bol u olla grande, 3 litros de agua potable, dos cucharaditas de sal marina, el azúcar moreno, una cucharada de pimienta, dos cucharadas de aceite de oliva y el orégano. Mezcla e introduce el pollo hasta que quede cubierto por el agua.
Lleva a la nevera y deja macerar por aproximadamente 5 horas.
Una vez haya terminado ese tiempo, saca el pollo del agua y deja escurrir. En un bol la taza de vino blanco, el resto de la sal, pimienta y aceite de oliva. El comino, la paprika, el vinagre, el limón, los dientes de ajo fileteados y la cebolla rallada.
Mezcla muy bien los ingredientes.
Reserva un poco de la mezcla y con el resto, barniza el pollo por dentro y por fuera muy bien hasta que quede impregnado. Deja marinar por 2 horas aproximadamente para que tome todo el sabor.
Precalienta el horno a 180°C.
Terminado el marinado, coloca el pollo en una bandeja grande de horno previamente engrasada y cocina por 1 hora.
Transcurrido este tiempo, con la mezcla que reservaste del marinado, barniza nuevamente y termina de cocinar por 45 minutos más hasta que el pollo quede bien rostizado y jugoso.
Retira del horno, deja reposar un poco y corta en las partes que más te agraden.
Disfruta del sabor y la suavidad de este pollo con yuca hervida y ensalada rallada.