En esta receta utilizaremos pechugas, pero puedes servirte de cualquier parte, con los muslos también quedará de maravilla.
Salpimienta bien las piezas de pollo.
En una sartén agrega un chorrito de aceite y empieza a sellar bien el pollo.
Deberá quedar dorado y bien cocido. Debes cuidar la cocción porque se cocina muy rápidamente y puede quedar seca si la descuidas.
En la misma sartén en la que has preparado el pollo pon un poco de mantequilla, para poder empezar a crear la salsa carbonara.
Pela y cortamos la cebolla y empezamos a pocharla en la sartén. Cuando empiece a estar tierna ponle el bacon para que saltee a la vez.
El bacon debe quedar crujiente, cuando esté listo, añade la nata.
Salpimienta la salsa al gusto y deja que vaya reduciendo unos dos minutos aproximadamente hasta que la salsa esté un poco espesa.