Corta la lechuga de pavo en cubos pequeños.
Corta la cebolla en cuadritos pequeños y filetea el ajo.
Calienta una cazuela con el aceite de oliva y sofríe el ajo junto a la cebolla por 3 minutos sin dejar de mover.
Posteriormente, incorpora la pechuga de pavo y sella por 7 minutos aproximadamente.
Pasado ese tiempo, añade el arroz y rehoga por 1 minuto junto al resto de ingredientes.
Condimenta con sal y pimienta al gusto. También incorpora la ramita de romero.
Vierte el vino blanco, mezcla y cocina hasta que el alcohol se evapore.
Una vez el vino haya reducido, incorpora progresivamente el caldo de pollo. Debes añadirlo de dos en dos tazas, es decir, vierte las primeras dos y mezcla sin dejar de mover. Una vez reduzca, agrega otras dos y así vas hasta que hayas añadido todo el caldo y el arroz esté cremoso.
Una vez culminado ese proceso, apaga e incorpora la mantequilla con el queso parmesano. Mezcla muy bien hasta que se integren y listo.
Sirve caliente para que no pierda la textura. ¡Disfruta!