Calienta una sartén con un poco de aceite de oliva.
Mientras el sartén toma temperatura, pela los dientes de ajo y filetea muy bien.
Agrega el ajo fileteado al sartén y dora a fuego medio, posteriormente incorpora las hojas de espinacas. Mezcla y cocina sin dejar de mover por 5 minutos.
Las espinacas deben quedar al dente no muy cocidas porque se amargan. Apaga el sartén, retira las espinacas y reserva.
Con un batidor eléctrico vamos a llevar a punto de nieve las claras de huevo. Batimos muy bien hasta que tengamos una mezcla espumosa y levantada. Reservamos.
Precalienta el horno a 180° C.
En un mixer o licuadora, incorpora las yemas de huevo, el aceite, las espinacas cocinadas, sal y pimienta al gusto. Procesa muy bien hasta que todo se integre correctamente y te quede una mezcla bien cremosa.
Una vez lista, vierte esta mezcla en un bol y vas a ir incorporando las claras poco a poco y con movimientos envolventes para que no pierda el aire.
Una vez incorporado, toma una bandeja o refractaria y extiende tu mezcla por toda la bandeja. Debes extender muy bien.
Mete la bandeja al horno y hornea por 12 minutos a 180° C hasta que cuaje y quede suave.
Pasado ese tiempo, retira del horno y deja enfriar.
Una vez templada, extiende el queso ricotta hasta la mitad y luego enrolla muy bien. Corta los rollitos del tamaño que prefieras y listo.
¡Disfruta!