Precalienta el horno a 220°C.
Ralla la coliflor. Puedes optar por un rallado fino para obtener una textura más parecida a la pasta o un rallado más grueso para una textura más robusta.
Coloca la coliflor rallada en agua y lleva a ebullición a fuego medio-alto. Dejala al vapor hasta que esté tierna. Escurre en un colador y presiona para eliminar el exceso de agua.
En un tazón, mezcla la coliflor rallada con harina de garbanzo hasta obtener una masa uniforme. Extiende la masa en una bandeja para horno y hornea durante 15 minutos o hasta que los bordes estén dorados.
Retira la base del horno y extiende el puré de tomate uniformemente. Agrega las espinacas, aceitunas y tomates cherry. Espolvorea el queso vegano.
Una vez estén todos los ingredientes listos, rocía con aceite de oliva y espolvorea con orégano, albahaca y sal al gusto.
Hornea por 12-15 minutos o hasta que los bordes estén crujientes y el queso se derrita.