En un bol vierte la taza de aceite de oliva, la paprika, el ajo en polvo, el orégano, el tomillo, sal y pimienta al gusto. Mezcla muy bien hasta que formes una pasta.
Luego, toma las costillas troceadas y lava muy bien. Una vez limpias, unta la carne con la pasta de especias y aceite que hiciste hasta que queden bien impregnadas. Deja marinar por 30 minutos.
Pasado ese tiempo, precalienta el horno a 180° C.
Toma la cebolla y filetea muy bien, también trocea los dientes de ajo.
Calienta un sartén con un poco de aceite de oliva y sofríe los dientes de ajo junto a la cebolla por 3 minutos. Luego, agrega el jengibre rallado, mezcla y saltea por un minuto más.
Baja el fuego a mitad y vierte la salsa de soya, el vinagre de manzana, la miel y el concentrado de tamarindo. Mezcla muy bien todos los ingredientes hasta que se unan y forme una salsa.
Cocina la salsa por 7 minutos o hasta que se espese. No debes dejar de mover.
Toma una bandeja o refractaria para horno, agrega las costillas adobadas, luego vierte la salsa de tamarindo hasta que bañe completamente la carne.
Tapa con papel aluminio y lleva al horno.
Hornea por aproximadamente una hora y media por 180° C hasta que las costillas queden jugosas y tiernas en la salsa.
Pasado ese tiempo, retira el papel aluminio, sube la temperatura del horno a 200° C y hornea por 10 minutos más para que se caramelice.
Una vez listas las costillas, apaga el horno, retira la bandeja y deja reposar.
Sirve y acompaña con tus guarniciones favoritas.
¡Disfruta!