Precalienta el horno a 175°C (350°F). Sazona las pechugas de pollo con sal y pimienta, y colócalas en una bandeja para hornear cubierta con papel aluminio. Hornea durante 45-60 minutos o hasta que estén completamente cocidas.
Una vez cocido, deja enfriar el pollo ligeramente antes de desmenuzarlo con dos tenedores.
En una sartén a fuego medio, combina los tomates triturados, los chiles chipotles, el vinagre de manzana, la miel, el ajo en polvo, la cebolla en polvo y el comino. Cocina la mezcla durante 10-15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que espese ligeramente.
Añade el pollo desmenuzado a la sartén con la salsa y revuelve bien para asegurarte de que el pollo esté completamente cubierto con la salsa. Cocina durante 5 minutos más para que los sabores se fusionen.
Tuesta ligeramente los panes de hamburguesa. Coloca una generosa porción de pulled chicken picante sobre la base del pan, añade coleslaw y decora con unas rodajas de pepinillo.
Disfruta de tu sándwich de pulled chicken picante inmediatamente para una experiencia de sabor máximo.