La noche anterior debes poner las judías en remojo en un recipiente grande con agua y una pizca de sal. Ponles suficiente agua porque van a crecer.
Pica la cebolla, el pimiento y el ajo en cubos pequeños y reserva.
Pica los chorizo en 3 o 4 partes y el tocino igual.
Pon las judías remojadas desde el día anterior en una olla grande con agua fría. Deberían quedar cubiertas unos 4 dedos por encima.
Pon la olla a calentar a fuego máximo hasta que comience a hervir. En este momento vas a bajar el fuego a la mitad y vas a tapar la olla. Deja cocinar por 20 minutos.
Transcurrido el tiempo agrega el tocino. Vuelve a tapar y que siga hirviendo. Deja que pasen unos 20 minutos más.
Es bueno que revises el fuego, algunas cocinas son más potentes que otras. Lo ideal es que hierva moderadamente, sin que sea muy suave el burbujeo y tampoco muy salvaje.
Mientras se cocinan las judías pintas puedes hacer el sofrito: en una sartén grande agrega suficiente aceite de oliva y haz un sofrito clásico con la cebolla, el ajo y el pimiento. Deja que se poche bien sin que se queme. Agrega una pizca pequeña de sal y apaga el fuego.
De vuelta a la olla. Agrega el chorizo, la morcilla entera sin picar, una cucharada de pimentón ahumado en polvo, sal y pimienta. Vuelve a tapar y espera otro rato.
Calcula unos 20 a 30 minutos y revisa como está de sal (y agrega de ser necesariy prueba el grano, ya debería haber ablandado. De no ser así tapa y que se siga cocinando. Si en efecto está suave, agrega la zanahoria y el sofrito. Revuelve bien, baja un poco el fuego y deja cocinar otro rato más.
Cuando la zanahoria esté suave, y el grano blando que parezca mantequilla, entonces ya tu potaje de judías pintas está listo.
Apaga el fuego y deja reposar 10 minutos antes de servir.
Sirve esta maravillosa comida con abundante aceite de oliva.