Limpia un poco los codillos de cualquier exceso de grasa. Pero no se la quites toda, además de que no vas a poder, no es la idea.
Calienta el horno a 180 grados.
Ponles sal y pimienta a los codillos por todas sus caras.
Mete los codillos al horno en una bandeja donde quepan cómodamente.
Déjalos hornear por aproximadamente 3 o 4 horas. El tiempo de cocción va a depender del tamaño de los codillos de cerdo.
Aunque se cocinan durante largo tiempo, es necesario que cada media hora revises las piezas de cerdo y las voltees.
Luego de 2 horas cocinándose, el codillo habrá reducido su tamaño y lo verás del típico color marrón, similar a las fotos. Todo va bien.
Cuando hayan transcurrido casi 3 horas, prueba la suavidad de la carne. La idea es que el cuchillo pueda cortar un trozo sin ningún esfuerzo.
Si usaste codillos grandes, necesitarás más tiempo. Si eran pequeños, ya estarán casi listos.
Una vez terminados de hacer, saca los codillos del horno.