Busca una olla mediana en buen estado para hacer el arroz. Agrega el arroz blanco, las 2 tazas de agua, la sal y el aceite vegetal, todo de una vez. Revuelve un poco sólo en una oportunidad y ya.
Pon a fuego alto y deja que hierva durante unos minutos.
Al cabo de unos pocos minutos (no más de 5), se va a secar el agua por completo. Cuando veas que esto sucede, más precisamente, cuando veas que está a punto de dejar de botar burbujas de agua sobre la superficie del arroz, baja el fuego al mínimo y tapa la olla.
En la foto a continuación te muestro el momento exacto en que debes bajar el fuego y tapar.
Deja que transcurran 15 minutos, destapa y prueba el grano. Ya debería estar listo. Si no lo está (recuerda que algunas cocinas son menos potentes), vuelve a tapar por otros 5 minutos. Si el grano ya está, apaga y retira de la hornilla, esto es críticamente importante si tu cocina es eléctrica, el calor podría fastidiarlo todo.
Lista, ya tienes arroz blanco casero y fácil.