Comenzaremos por pelar las patatas. Luego, vamos a cortarlas en ruedas, calculando un poco menos que un dedo de espesor para cada una.

Enseguida, tomaremos un plato plano y colocaremos sobre él una capa de harina, que utilizaremos posteriormente para rebozar las patatas.

También conseguiremos un bol pequeño. Allí cascaremos los huevos y los batiremos con la ayuda de un batidor manual. Así, los dejaremos también listos para el rebozado de las papas.

Ahora calentaremos un chorro de aceite en una olla o sartén grande. Pasaremos cada patata por el huevo batido y la harina (de ambos lados, para que quede bien recubierta), antes de freírla en el aceite.

Hay que freír cada rueda de patata por ambos lados. Una vez listas, las iremos sacando del aceite y depositando sobre un plato cubierto con una hoja de papel absorbente, para retirar el exceso de grasa.

Ahora vamos a agregar un poco de sal sobre las patatas y de momento, las reservaremos.

Lo siguiente será preparar una especie de condimento o mojo. De entrada, pelaremos los ajos y los colocaremos en un mortero.

Lavaremos el perejil y lo escurriremos muy bien. Luego, separaremos las hojas y las colocaremos en el mortero con el ajo. Añadiremos un toque de sal y opcionalmente, el azafrán.

Trituraremos la mezcla en el mortero hasta obtener una pasta.

Luego, pelaremos la cebolla y la cortaremos en cubitos muy pequeños.

Nuevamente, calentaremos un poco de aceite a fuego medio-bajo. Una vez caliente, lo utilizaremos para cocinar la cebolla. La rehogaremos un minuto y agregaremos el majado que hemos realizado con el mortero.

Cocinaremos el majado durante otro minuto y entonces, verteremos el vino.

Mezclaremos y dejaremos que el alcohol se evapore durante otro minuto.

Luego, traeremos las patatas y las colocaremos en sartén, tratando de que queden todas al mismo nivel, sin superponerse. Bajaremos la intensidad del fuego, para una cocción lenta.

Entonces agregaremos el caldo y dejaremos que todo se cocine durante 20 minutos. El objetivo es que al final de este tiempo, casi todo el líquido se haya evaporado. Sin embargo, vigila la cocción, y si en algún momento percibes que las patatas están demasiado secas, puedes rehidratarlas con un poquito de agua.

Una vez terminado el tiempo de cocción, prueba las patatas para verificar la sazón. Si hace falta, corrígela con un poco más de sal. Si lo deseas, también puedes agregar un toque de pimienta negra molida.

Eso es todo. Las patatas a la importancia ya están listas para servirse.