Lo ideal es que hayas comprado pimientos rojos asados sin piel, pero si tienes pimientos frescos pues debes asarlos en le horno primero hasta que la piel esté quemada, se la retiras y los picas en tiras. Recuerda remover las semillas.
Los chiles picantes los puedes picar en rodajas y siempre retirarles todas las semillas.
El diente de ajo puedes machacarlo.
Calienta una sartén a fuego suave y tuesta ligeramente el comino y el cilantro, cuidado que no se queme. Luego pásalos a un mortero y machácalos hasta que se hagan polvo.
Luego, en una trituradora eléctrica con vaso agrega el pimiento, los chiles picantes, el polvo de comino y cilantro, el jugo de limón y un poco de sal al gusto.
Tritura todo hasta que se vaya formando una pasta.
A esta mezcla puedes cambiarle la consistencia agregándole aceite de oliva virgen poco a poco mientras trituras.
Prueba el sabor de tu salsa, si está muy picante, ponle más pimiento rojo o más limón. Si más bien la quieres más picante pues le pones otro chile. Igualmente puedes corregir la sal un poco a tu gusto.
Listo, ya tienes una deliciosa salsa harissa casera.