Mientras la leche toma calor, toca encargarse del arroz. Y es en este paso donde abuelas, reposteros, chefs, cocineros aficionados y todo aquel interesado en la materia tiene algo que decir, pues hay varias maneras de tratar previamente el arroz, y la que escojas determinará el resultado final que tendrá el postre.
Por lo menos hay 3 formas de procesar los granos de arroz antes de que llegue a ser un arroz con leche.
La técnica del remojo: hay quienes dejan el arroz en remojo de 20 a 30 minutos antes de comenzar a preparar la receta, desechando el agua del remojo una vez que se torne blancuzca.
La técnica del lavado: hay quienes lavan el arroz en un colador dejándolo unos minutos bajo un chorro de abundante agua, hasta que el líquido blanquecino que suelta los granos se vuelva cristalino.
La técnica de la cocción anticipada: hay quienes cuecen el arroz tal como se cocinaría para consumirlo como acompañante de otros alimentos, o incluso lo reciclan si les quedó sobrante de alguna otra comida.
Escojas una u otra opción, lo importante aquí es saber que las técnicas del lavado y el remojo previos permitirán que el arroz desprenda su almidón para lograr una textura más cremosa del dulce, mientras que la técnica de la cocción o reciclado dará como resultado un arroz con leche más apelmazado. Todo es cuestión de gustos. Nosotros siempre preferimos lavar o remojar los granos, pero si se da el caso de que tienes arroz sobrante, será muy buena idea que en lugar de tirarlo lo conviertas en un maravilloso postre.