Para comenzar, conseguiremos una olla grande. En ella, calentaremos abundante agua fresca, con un chorrito de aceite (calcula bastante más agua que la cantidad de macarrones que vas a cocinar).
Cuando el agua esté caliente, vierte los macarrones con una pizca de sal. Mezcla y deja que se cocinen durante el tiempo indicado por el fabricante, sobre el empaque (que no debería sobrepasar los 12 minutos).
Lo siguiente será precalentar el horno a 220 grados. Si el horno cuenta con una función «gratinado » o « grill », vamos a activarla.
Mientras que los macarrones se cocinan, podemos aprovechar el tiempo para pelar la cebolla y los dientes de ajo. Luego, hay que picarlos menudamente.
En el caso del chorizo, también lo vamos a picar en trocitos.
Luego, calentaremos una sartén (lo suficientemente grande como para contener todos los ingredientes) y cocinaremos rápidamente los trocitos de chorizo. Los dejaremos únicamente un par de minutos para que se sellen y liberen un poco de grasa. Pasado este tiempo, sacaremos el chorizo con un escurridor, y lo reservaremos a un lado.
En la grasa que queda en la sartén, freiremos la cebolla y el ajo picados. Dejaremos que se cocinen durante 3 minutos, removiendo constantemente, y pasado este tiempo, agregaremos el tomate frito, una pizca de azúcar y regresaremos el chorizo.
Cocinaremos todo junto durante 5 minutos, apagaremos y retiraremos del calor.
Cuando se haya terminado el tiempo de cocción de los macarrones, hay que escurrirlos. Para continuar, los agregaremos a la sartén con la salsa, y mezclaremos bien todo.
Para continuar, vamos a necesitar un recipiente apto para horno, lo suficientemente grande como para contener toda la pasta y la salsa. Verteremos allí el contenido de la sartén, y los acomodaremos con una cuchara o espátula de cocina.
Ahora vamos a espolvorear los macarrones con el queso rallado en polvo. Trataremos de que quede una fina capa por encima de toda la preparación.
Lleva al horno y gratina durante 10 minutos o hasta que veas que el queso ya está listo (dorado). Es importante que supervises la cocción constantemente.
Saca los macarrones del horno y sirve calientes.
Puedes espolvorearlos con todavía más queso ;)