En un recipiente agrega la harina previamente tamizada, el polvo para hornear y la sal.
Con la ayuda de una cuchara de madera, mezcla los ingredientes secos.
Incorpora el yogurt y con una cuchara mezcla bien.
Cuando los ingredientes estén casi integrados, pasa la masa a la mesa de trabajo y empieza a amasar hasta que los ingredientes se empiecen a integrar y tengas la consistencia deseada. Cuando esté lista, forma una bolita y déjala reposar 10 minutos.
Divide la masa en 3 porciones y dales forma, tapa y deja reposar durante 20 minutos.
En un sartén a fuego medio, agrega el aceite y esparce sobre toda la superficie con ayuda de un cepillo de cocina o servilleta para quitar el exceso. Luego, coloca los panes, baja el fuego a suave, tapa el sartén y deja cocinar durante 10 minutos.
Transcurrido el tiempo, da la vuelta a los panes, tapa nuevamente y deja cocinar 10 minutos más.
Cuando estén doraditos por ambos lados y esponjosos, retira del sartén y deja enfriar antes de consumir.