Vamos a iniciar nuestra receta, tomando las alcachofas y quitándoles las hojas más duras o amarillentas. Siempre serán la primera y segunda capa. Corta un poco el talo y las puntas. Luego la picarás a la mitad.
Toma un bol grande, agrega agua y el zumo del limón. Sumerge las alcachofas en este líquido, mientras preparamos el resto de los ingredientes para que no se marchiten y mantengan el color verde natural.
Coloca una olla con agua a fuego alto.
Cuando el agua esté en su punto de ebullición, agrega las alcachofas y cocinarás por 7 minutos.
Pasado ese tipo, pagarás el fuego y colocarás a escurrir la alcachofas hasta que estén completamente secas y a temperatura ambiente. Reserva.
Vamos a preparar la pasta, sigue las instrucciones de la marca o fabricante. Procura que siempre quede al dente.
Mientras la pasta se cocina, cortarás en brunua o cuadritos medianos la cebolla, filetearás el ajo y trocearás las hojas de albahaca. hierba buena o menta.
Colocará un sartén amplio al fuego y añadirás aceite de oliva. Procederemos a sofreír nuestro ajo, cuando lo veas medio doradito agrega la cebolla y mezcla.
Cuando veamos nuestras verduras transparentes, cortaremos en cubos pequeños nuevamente las alcachofas para que seas más fáciles de saltear y comer. Agrégalas al sartén.
Condimenta con sal y pimienta al gusto, mezcla y deja saltear por 3 minutos aproximadamente.
Posteriormente, incorporarás la pasta al sartén y las hierbas que troceamos. Mezclamos muy bien hasta que todo se incorpore y tome el sabor de las especias, la cebolla, el ajo y las alcachofas.
Cuando veas que todo está mezclado, apaga el fuego y servirás e un plato hondo. Le esparcirás por encima el queso parmesano y voilá, tendrás una comida súper deliciosa.
¡Disfruta!