Recuerda que debes remojar los granos por 12 horas, antes de iniciar tu plato.
Si tienes una olla de presión, será ideal para cocinarlos más rápido, si no tienes una, hazlo en una olla normal pero redobla el tiempo de cocción hasta que estén bien cocidos.
Coloca los frijoles bien escurridos en una olla de presión.
Ahora, cúbrelos con agua y le añadirás las cucharadas de aceite, la mitad del ajo troceado, la cebolla, la mitad del pimentón y el cilantro.
Mezcla y deja cocinar en la olla de presión por 45 minutos hasta que estén bien suaves.
Pasado ese tiempo, destapa la olla y verifica que los frijoles estén blandos.
Si notas que le falta más cocción, déjalos un poco más. De lo contrario, déjalos reposar.
En un sartén, colocarás aceite y vas a sofreír el ajo y el pimentón restante con el cebollín. Añade la sal y pimienta y deja cocinar por 5 minutos.
Una vez sofrito se lo añadirás a los frijoles, mezcla y reservarás.