Lava y escurre las papas.
Pon las papas en una cazuela grande cubiertas con abundante agua salada, llevar a ebullición y cocina a potencia media hasta que se puedan atravesar con un palillo; unos 15-25 minutos, según el tamaño.
Escurre y deja enfriar un poco.
En un bol agrega el aceite, el vinagre, las dos mostazas y una buena pizca de pimienta molida y sal.
Bate con la ayuda de varillas o un tenedor.
Corta las papas en rodajas, o en cubos y colócalas en una fuente o recipiente amplio.
Añade la vinagreta, la cebolla y las hierbas. Incorpora un poco de ralladura de limón, si se desea.
Remueve con suavidad para repartir todo de forma homogénea.
Espera a que se enfríe un poco antes de tapar con film de cocina y reservar en la nevera.
Disfruta con lo que quieras.