Inicia tu receta y toma la lámina de masa quebrada y forra un molde alto con ella hasta que quede adherido a todas las paredes del recipiente. Lleva al refrigerador mientras haces el relleno.
Precalienta tu horno a 175º C o 340º F.
En una olla, agrega la leche entera, la nata y retira la vainilla de la vaina. Mezcla con un batidor hasta que todo se integre y lleva al fuego hasta que se espese siempre debes remover. Esto durará aproximadamente 10 minutos. Retira del fuego y deja enfriar.
En un bol agrega las 8 yemas de huevo junto al azúcar. Con un batidor eléctrico o manual, mezcla hasta que se unan. Posteriormente añade la harina de almidón de maíz y mezcla hasta integrar perfectamente.
Cuando tu mezcla de nata y leche estén bien fría, agrega de a poco a la mezcla de huevos, azúcar y almidón de a poco.
Bate hasta que todos los ingredientes estén unificados y hayan creado una mezcla homogénea y cremosa. Lleva al fuego por 4 minutos para que se entibie un poco y los huevos se activen. Debes mezclar todo el tiempo.
Retira del fuego, deja enfriar por unos minutos.
Luego, vierte esta mezcla en el molde que se refrigeró con la masa quebrada y hornea a 175º C o 340º F por 90 minutos hasta que cuaje.
A los 75 minutos, cubre tu flan con papel de cocina para que la superficie no se dore al extremo.
Pasado ese tiempo, saca del horno, deja entibiar un poco y desmolda.
Deja enfriar en un rejilla hasta que esté a temperatura para cortar en pedazos.
Ahora, ¡degusta!