Mezcla en un recipiente la harina con el polvo para hornear.
En otro recipiente, acrema la mantequilla hasta que se suavice para luego agregar el azúcar poco a poco mientras sigues batiendo.
Incorpora el huevo, la esencia de vainilla y mezcla nuevamente.
Agrega poco a poco la harina mientras sigues batiendo hasta obtener una masa suave.
Pasa la masa a la mesa de trabajo y sigue amasando hasta formar un cilindro.
Este cilindro lo dividirás en 3 partes iguales.
Agrega el color rojo a la masa y mezcla hasta que tenga el color que quieres.
A una de las partes agrega el colorante verde. La última parte la dejarás sin color.
Una vez que los colores están perfectamente integrados, forma 3 cilindros del mismo tamaño.
Con ayuda del huevo batido pega las 3 partes. Coloca dos piezas en paralelo y pégalas con el huevo batido, para la última parte colocarla sobre las dos paralelas formando un triángulo.
Con tus manos presiona por los lados para formar el triángulo y luego cortar la masa de aproximadamente 1 a 2 cm.
Coloca los polvorones sobre la bandeja para hornear (sobre papel para hornear) y hornea durante 15 minutos a 350 °F.
Retira los polvorones del horno.
Pasado los 20 minutos las sacaremos y dejaremos enfriar sobre una rejilla.
Una vez frías las galletas ya estarán listas para comer con un vaso de leche o una buena taza de café.