Comenzamos por las yemas, las añadimos a un recipiente o ensaladera y las batimos con unas varillas. Mientras en una olla ponemos agua al fuego, ya que vamos batir las yemas al ‘baño maría’, es muy sencillo.
La olla debe ser más pequeña que la ensaladera donde están las yemas, para que pueda cocinarse. Cuando el agua de la olla hierva, apoya la ensaladera con las yemas y bate constantemente.
Incorporamos el azúcar y seguimos batiendo con las varillas, debemos batir entre 3 y 5 minutos, cuando notes que las yemas tienen un color amarillo pálido y una textura ligeramente cremosa, retiramos el bol de la olla. Dejamos que se enfríe.
Las fresas deben estar lavadas y troceadas, debemos hacer un puré con ellas, puedes usar una licuadora o un procesador de alimentos. Reservamos.
Para montar la nata debemos usar un bol de acero preferiblemente que haya estado en el congelador por 15 minutos, para que la nata levante y mantenga la textura. La añadimos en el bol frío y la montamos con las varillas o la batidora. Debe formar picos, cuando lo haga estará lista.
Mezclamos ambas preparaciones con la ayuda de una paleta de repostería, hasta que quede bien mezclado.
Añadimos el puré de fresas a la mezcla anterior, integramos todo. Cuando esté bien mezclado tendrá una textura de crema, así debe quedar.
Ponemos el helado en un envase con tapa, de cristal o mejor incluso si tienes algún recipiente metálico ya que se enfrían más rápido. Introducimos en el congelador durante 4 horas.
Para servir sácalo al menos 10 minutos antes del refrigerador ¡Listo tu helado de fresas casero!