Cuela el huevo con ayuda de un colador pequeño, hasta que la clara "aguada" deje de caer del colador. Muévelo ligeramente para asegurarte de que salga todo el líquido.
Coloca el huevo colado en una taza y reserva
Llena una olla con 7-10 cm de agua natural. Deja que hierva y cuando lo haga, baja el fuego hasta que dejen de salir burbujas grandes.
Con ayuda de la taza vierte el huevo en la olla, sumergiendo un poco la taza al agua. Lo importante es minimizar la distancia de "caída".
20 segundos después de meter el huevo en agua, con ayuda de una cuchara con ranuras, comienza a dar vuelta al huevo. Déjalo por 1 minuto y voltealo de nuevo. Déjalo por 30 segundos más.
Con ayuda de una espumadera, levanta el huevo para asegurarte de que la clara se ha cocido. La clara debe estar blanda pero cuajada.
Retira y coloca sobre una toalla de papel con cuidado por máximo 15 segundos.
Sirve sobre tu elección de base y disfruta.