Ponemos en remojo las frutas confitadas, los frutos secos, la ralladura del limón, la nuez moscada, canela y clavos de olor y las pasas en el ron durante 30 minutos.
En un envase pequeño ponemos la leche tibia junto a la levadura y el azúcar, mezclamos bien y dejamos en reposo por 15 minutos.
En un bol cernimos la harina y la sal y luego incorporamos la leche tibia en la que diluimos la levadura y el azúcar. Mezclamos muy bien.
Empezamos a incorporar los huevos uno a uno, revolviendo sin parar, luego añadimos la mantequilla y el café. Amasamos hasta formar una masa firme que no se nos pegue de las manos. Cubrimos con un paño limpio de cocina y dejamos reposar por 5 minutos.
Añadimos a nuestra masa la mezcla del ron con las frutas y mezclamos muy bien para distribuír bien todos los frutos en toda la masa.
Engrasamos y enharinamos dos moldes de 18 cms. de la figura que disponga, preferiblemente redondos, distribuimos muy bien la mezcla, tapamos con un paño limpio de cocina y dejamos en reposo por 1 hora en un lugar sin corriente de aire.