Mezcla el azúcar con la mantequilla hasta lograr una mezcla cremosa.
Separa las claras de las yemas. Reserva.
Añade a la crema de mantequilla y azúcar las yemas. Mezcla hasta integrar por completo.
Agrega la harina poco a poco. Y mezcla con una cuchara de madera con movimientos envolventes.
Alterna la harina y la leche hasta agregar todo.
Precalienta el horno a 180ºC.
Derrite el chocolate a baño de maría o en microondas.
Incorpora el chocolate a la mezcla poco a poco.
Agrega la vainilla, la esencia del almendras, la canela y el polvo de hornear. Revuelve bien.
Añade las frutas maceradas y mezcla con la paleta para poder regarlas por toda la mezcla. Reserva el licor.
Monta las claras a punto de nieve y agrega la pizca de sal cuando ya tenga puntas. Agrégalas a la mezcla.
Vierte la preparación en una tortera previamente engrasada y enharinada.
Dale al molde unos leves golpecitos.
Hornea a una temperatura de 180 ºC por 45 minutos.
Verifica si la torta está lista con un palillo de madera, debe salir seco, si sale húmedo déjala unos 10 minutos más.
Desmolda la torta negra navideña y baña con el licor del macerado.
Prepara un glaseado con agua, azúcar glass y esencia de tu preferencia. Mezcla hasta obtener un betún denso que te permita decorar y cubrir.
Decora con nueces, almendras y las guindas.