Lave bien los higos, bajo el chorro de agua y si es posible páseles un cepillito suave.
Haga una incisión o corte en forma de cruz en la parte superior, la parte angosta de cada higo.
Ponga los higos en un recipiente y cúbralos con agua, déjelos remojar durante un día entero.
Cierna los higos y póngalos en una olla, cúbralos con agua, aproximadamente 8 tazas de agua. Añada la pizca de bicarbonato y haga hervir el agua con los higos, cocínelos durante 15 a 20 minutos o hasta que estén suaves.
Deje los higos en el agua en el que se cocinaron durante otro día entero.
Al día siguiente cierna el agua y escurra cada higo, con delicadeza, hasta sacarle la mayor cantidad de agua.
Ponga la panela o piloncillo y las especias en una olla de buen tamaño, agregue 6 tazas de agua y cocínela a fuego lento hasta que la panela este completamente disuelta y se empiece a convertir en miel.
Añada los higos y siga cocinando a fuego lento hasta que la miel esté espesa, aproximadamente unas 2 a 3 horas.
Sirva los higos, calientes o fríos, acompañados con rodajas o tajadas de quesillo o queso.