Mientras la masa temina de levar, vas a rallar los quesos por separado y reservarás.
Corta la cebolla en julianas y la tocineta en tiras.
Precalienta tu horno a 180° grados centígrados.
Toma tu masa y vamos a estirar muy bien hasta tener una base bien delgada. Le darás forma a tu base de acuerdo al modelo de tu bandeja, si es redonda o cuadrada. Te recomiendo que sea redonda para mantener la tradición.
Una vez estirada tu masa, la colocarás encima de la bandeja y retirarás los excesos de masa.
Esparce el queso mozzarella en toda la superficie de la pizza.
Luego añadirás la cebolla y la tocineta cortada.
Vas a esparcir todos los condimentos por toda la superficie.
Posteriormente, cubrirás con el queso de cabra.
Llevemos nuestra pizza bianca al horno por 15 minutos hasta que el queso esté derretido, la salsa se haya adherido a la base y la masa esté completamente crujiente.
¡Listo! Hemos terminado nuestra pizza bianca puedes degustarla.