Inicia la receta y remoja las lentejas por aproximadamente 3 ó 4 horas para que queden tiernas y listas al momento de hacerlas.
Antes de empezar a armar las albóndigas, hidrata las semillas de chía en media taza de agua para que tomen consistencia. Esta actuará como reemplazo del huevo.
Toma los champiñones y trocea un poco. Haz lo propio con el pimentón y la cebolla. Mientras que los dientes de ajo y el perejil los troceamos.
Una vez que tus lentejas estén tiernas, agregalas en una licuadora y también los champiñones. Procesa hasta que queden como una pasta.
Posteriormente, coloca la pasta de lentejas y champiñones en un bol, agrega la avena, la cebolla, el pimentón, el ajo, el perejil y la chía hidratada.
Condimenta con sal y pimienta al gusto, también vierte la salsa de soja. Mezcla muy bien hasta que todo se integre.
Humedece tus manos y forma bolitas de igual tamaño.
Calienta un sartén con aceite de oliva y sella las albondígas hasta que se cocinen por todos los lados. Retira del fuego y reserva.