Empezamos limpiando bien los mejillones, les quitamos las barbas y los limpiamos bajo el agua.
Luego cocemos los mejillones al vapor. Ponemos el vino, 1 hoja de laurel y los mejillones en una olla. Tapamos y cuando salga vapor, dejamos unos minutos hasta que los mejillones se hayan abierto. Reserva el caldo.
Saca de la cocha algunos mejillones, reserva unos 8 con concha para decorar el plato.
En una olla grande y profunda, coloca un litro de agua y una cucharada de sal. Cuando hierva introduce la pasta y deja que hierva por 10 minutos. La pasta debe estar al dente.
Cuando ya este al dente, retira el exceso de agua con la ayuda de un colador y reserva.
En una cazuela o sartén o grande con tapa, ponemos un poco de aceite de oliva, y lo calentamos a fuego medio.
Echamos los dientes de ajo pelados y laminados, la cebolla y dos o tres filetes de anchoa (dependiendo de lo grandes que sean).
Agregamos el puré de tomate y dejamos que se cocine la salsa: las anchoas deben deshacerse por completo. Añade la hoja de laurel restante.
Añadimos a la sartén los mejillones, los mezclamos bien con la salsa, y, siempre a fuego medio, tapamos la sartén o cazuela. Y dejamos por 5 minutos. Salpimentamos.
Incorporamos la pasta a este sartén con los mejillones, mezclamos muy bien y retiramos del fuego. Retira la hoja de laurel.
Para servir, en un plato hondo añade una buena cantidad de pasta y coloca unos mejillones con concha para decorar. Finalmente espolvorea perejil a tu gusto.