Vamos a iniciar nuestra receta, limpiando muy bien las mollejas. Necesitamos que estén bien limpias para cocinarlas.
Toma un bol, e inicia a limpiarlas con suficiente agua hasta quitarle todas las impurezas, la sangre y alguna grasita de más.
Ahora, las pondrás en otro bol con agua y un poco de vinagre o limón para quitarle los sabores amargos. Déjala remojando por 15 minutos.
Pasado ese tiempo, tomarás una cacerola y la pondrás a hervir con sal. Cuando esté en el punto de ebullición, agrégales las mollejas y deja ablandar por 40 minutos aproximadamente.
Mientras las mollejas se cocinan, vas a cortar el ajo en finos cubitos. La cebolla y el jalapeño en julianas o tiras delgadas. El perejil trocéalo.
Una vez las mollejas estén blanditas, la bajarás del fuego, escurrirás, cortarás en trozos pequeños y sazonarás con sal y pimienta al gusto.
Coloca un sartén a calentar con aceite de oliva. Inicia a sofreír las mollejas, deben quedar doraditas. Baja el fuego a suave y cocínalas sin dejar de remover por 10 minutos.
Cuando estén bien doraditas, le añadirás el vino blanco y subirás el fuego. Mezcla y deja que se reduzca un poco el alcohol.
Luego, agrega el ajo, la cebolla, el jalapeño y el perejil. Mezcla muy bien y deja cocinar con el líquido hasta que todo se reduzca.
En ese momento, puedes rectificar la sazón. Si hace falta le añades sal o pimienta.
Sigue mezclando tus mollejas hasta que se haya evaporado el líquido para que no se pegue. Cuando estén secas, termina de saltear con las verduras y listo.
Ahora, tendrás unas buenas mollejas salteadas.
¡Degusta!