En un recipiente, coloca el agua tibia y le vas a agregar la levadura y el azúcar. Revolvemos y dejamos reposar por 10 minutos hasta que se active la levadura.
En un bol, coloca la harina y abrimos un espacio en el medio tipo volcán. Añade la sal y el agua con la levadura y el azúcar disuelto. Mezcla muy bien con una espátula y cuando la veas densa, amásala con las manos hasta obtener una homogénea.
Hacemos de nuestra masa una bola, la colocamos en un bol, la tapamos con un pañito húmedo y dejamos reposar por 1 hora.
Pasado ese tiempo, enharina tu encimera, vierte tu masa, la estirarás hasta que deshagas todo el gas que se formó durante el proceso de levado y arma tus panes. Dales una forma alargada y con un cuchillo le hacemos unas aberturas.
Batimos las claras y con un pincel barnizaremos cada uno de los panes. Coloquemos cada pan de agua en una bandeja con papel encerado y dejaremos reposar por 20 minutos más.
Precalentamos nuestro horno a 200° grados centígrados.
Introducimos los panes al horno y dejaremos cocinar por 40 minutos hasta que estén perfectamente dorados.
¡Listo!