En un recipiente, incorporamos el harina de trigo y la integral. También le agregaremos la levadura, la sal y el azúcar, lo removemos con una espátula hasta integrar.
Abrimos un espacio en la mezcla y le añadimos la cerveza, con una espátula ve mezclando con movimientos envolventes suaves para que no generes espumas.
Una vez mezclado los ingredientes secos y líquidos, enharina tu encimare y vierte la masa. No te asustes por la textura, si la notas pegajosa, agrégale un poco más de harina, si está densa debes amasar hasta suavizar por 5 minutos.
Hacemos de nuestra masa un bola, la colocamos en un bol engrasado y la tapamos por 20 minutos hasta levar.
Tomamos nuestra masa y la amasamos por cinco minutos más. Formamos nuevamente una bola, la guardamos en el bol, la tapamos con un pañito y dejaremos fermentar por 2 horas.
Precalienta el horno a 220 grados centígrados.
Tomamos nuestra masa y le daremos la forma que queramos. Puede ser un pan redondo, ovalado, también te recomendamos hacerlo por unidades, dividiendo la masa en porciones o usa un molde para pan. Lo más importante es hacerle unas aberturas en la superficie con un cuchillo y le esparcimos un poco de harina.
Coloca el pan en un papel encerado sobre una bandeja y lo hornearemos por 15 minutos. Pasado ese tiempo, bajamos la temperatura de nuestro horno a 190 grados centígrados y terminamos de hornear por 40 minutos.
Cuando se cumpla el tiempo de cocción, sacamos nuestro pan. Debe tener una corteza fuerte y un color marrón intenso avellanado. Déjalo reposar para que lo puedas rebanar con facilidad.
¡Terminamos!