En un bol, añade el harina, la sal, la levadura y el orégano, mezcla e integra todo muy bien.
Haz un espacio en el medio, tipo volcán y añade la manteca y el agua. Con la ayuda de una espátula, mezcla bien.
La masa se pondrá un poco densa, por ende usa tus manos para terminar de integrar y amasar hasta obtener una textura manejable.
Haz de tu masa una bola, guárdala en un bol y tápala con un pañito. Déjala reposar por 1 hora.
Pasado ese tiempo, tomarás tu masa y la dividirás en 12 porciones iguales.
Le darás forma a tus panes, como te comenté a mi me gusta hacerlos redondos, pero si los prefieres largos y ovalados no hay problemas.
Coloca tus panes en una bandeja con papel encerado, dejando una separación entre los panes y dejarás reposar por 30 minutos más.
Faltando 10 minutos para que termine el segundo proceso de levado, precalentarás tu horno 180° grados centígrados.
Hornearás tus panes por 20 minutos hasta que tengan un color dorado y estén muy redonditos.
Sácalos y lo debes dejar reposar para que los degustes.
¡Terminamos!