Hace poco más de un año cuando tuve la oportunidad de visitar Sintra junto al equipo de Turismo Estoril no estaba consciente de lo delicioso que eran los famosos “Travesseiros de Sintra” y sus “Queijadas” en el conocidísimo “Piriquita”.
Sintra, para los que no lo saben, es una pequeña población a escasos 50 minutos de Lisboa. Suele ser muy conocido entre los españoles por diferentes motivos. Uno de ellos es que, junto a Estoril, este lugar es muy conocido por otrora haber sido residencia de condes y otros personajes de la realeza… y no sólo portuguesa.
De vuelta al Piriquita: al principio fue una panadería, pero hoy es una de las más conocidas fábricas de pasteles tradicionales de Sintra y alrededores. Quien visita este pequeño local debe saber que tendrá que esperar un poco antes de poder probar estas delicias.
Sobre los “travesseiros”: se trata de un dulce de masa de milhojas relleno con mucha pero mucha almendra (sin piel), canela, yemas de huevo y azúcar, y son la especialidad del “Piriquita”.
Sobre las “queijadas” se trata de unas pequeñas tartas hechas de una mezcla de huevos, azúcar, nata y un toque bastante abundante que le da el tuist interesante. Este ingrediente es: ¡queso fresco! A ambos dulces se les pone al fina un poco de canela para complementar la experiencia.
En la visita que hicimos a este concurrido local, y donde tuvimos la oportunidad de visitar su cocina, nos topamos con su dueña y creadora de la “fama” de estos dulces. La señora Constança, sigue vigilando que ambos dulces se sigan haciendo según la tradición de su propia versión.
Las palabras para describir estos postres son pocas, si se comen caliente son una tradición digna de 50 estrellas Michelin.
Sin duda un lugar que merece la pena experimentar.
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