Comer en Curazao: mis recomendaciones

Willemstad

Curazao suele ser sinónimo de grandes hoteles, resorts, playas increíbles, casinos y compras, muchas compras.

A mí no me gustan los resorts, ni los casinos y mucho menos ir de “shopping” a comprar cosas que no necesito. A mí me gusta conocer de qué va el lugar al que viajo, qué hacen sus habitantes, cómo viven, a donde van, por donde caminan, donde compran sus alimentos.

Y por supuesto, me gusta comer.

Por eso, para este viaje investigué un poco qué comer en Curazao, con la fortuna además de que la encargada del hotel donde me quedé me dio bastantes tips gastronómicos (hasta me llevó a cenar un lugar excelente).

Mi comedera en Curazao comenzaba con el desayuno del hotel. Todas las mañanas tenía una cantidad de frutas, charcutería holandesa, quesos increíbles, especialmente de cabra, panes, mermeladas y la elección de panqueques de banana ú omelettes. Nunca había desayunado tan bien en ningún lugar fuera de mi casa.

Luego, dependiendo de mis actividades del día, almorzaba en el downtown o en la playa.

En la playa, por los lados del Sea Aquarium, hay sándwiches de pescado por 11 dólares. Barato y rico. Cualquier cosa más cara es innecesaria, estás en la playa por Dios.

En el centro de la ciudad, a pocos metros del puente flotante comí un plato de pescado para 2 personas, por 24 dólares (12 por persona), sin contar el refresco. ¿Dónde? en las mesas que están pegadas al mar, las que frecuentan los turistas.

Los pescados súper frescos, acompañados de papas fritas y ensalada. El plato de la foto tenía pargo, dorado y mero, todo en uno.

En otro lugar llamado The GrillKing, ubicado en “The Water Fort Terrace” comí pescado a la parrilla por 17 $, acompañado nuevamente de papas fritas. También tenían sándwiches de pescado a 10$. Un poco más caro, pero la ubicación, su increíble vista al mar, merece el costo extra.

Si caminas y te metes por las callecitas estrechas del downtown, puedes conseguir lugares donde comer un plato principal + acompañante (siempre son papas fritas) + refresco por 8 o 9 dólares.

También cerca del downtown, al lado del Round Market, está lo que era el antiguo mercado, que ahora es un gran comedor, con mesas largas donde puedes comer platos criollos, verdaderamente autóctonos de Curazao. Eso sí, vas a pasar calor.

En frente de este lugar, vi un restaurant de comida surinamese que me llamó la atención pero cuando pasé estaba cerrado.

Y hablando de comida surinamese, Curazao tiene una comunidad grande de gente de este país, así como también una gran cantidad de chinos e indonesios. De hecho, hay una gran cantidad de restaurantes chinos en la isla.

Es común entonces, ver sitios como este, en las zonas menos turísticas:

Ahora, ¿quieres probar algunos platos geniales? Lee a continuación.

Tres recomendaciones para cenar en Curazao

Fishalicious: ubicado en la calle Loostrat, cerca del Hotel Ávila, es un restaurant popular en la isla al que van muchos holandeses. Como su nombre lo dice, lo que se come es pescado. Cuando fui pedí pez Leon, ¿sabes cuál es este pez? El que está acabando con las especies autóctonas del mar Caribe, así que CÓMETELO SIN REMORDIMIENTO. Además que su carne es increíble. Te lo sirven con arroz salteado y vainitas chinas.

Pide alguna entrada como croquetas de cangrejo con langosta o el tartar de salmón. ¿Precio? 35-40 dólares por persona aproximadamente.

Roozendaels: está al lado del hotel Villa Tokara (que fue donde me hospedé), y muy cerca de Fishalicious. Tienen varios platos con tendencias asiáticas y criollas.

La pasta con camarones, curry rojo y queso parmesano que pedí jamás la olvidaré. Tenía una mezcla de sabores directamente influenciados por la gastronomía tailandesa. Medianamente picante. Precio aproximado por persona: 25-30 dólares.

El tercer lugar que te voy a recomendar, fue al que me llevó la chica encargada del hotel donde me quedé. Es el restaurant del Hotel Klooster, el sitio se llama Augustinus Grand Café y su maravilla radica en su chef Michel Grant, de Surinam.

Sirven platos con influencias asiáticas, y algunos directamente de allá, como la sopa  indonesa que tomé, se llamaba Soto Ajam. Es de pollo, tiene arroz, cilantro, salsa de soya dulce de Indonesia y es bastante picante. Excelente.

El segundo plato que pedí fue de Surinam, se llamaba Nasi Grant y era arroz frito, muy parecido al arroz chino clásico salteado, con salsa de soya y pollo y pinchos de carne de res acompañados con una salsa dulce de maní dulce inolvidable.

Precio promedio por persona: 35 dólares.

De mi visita a Curazao me quedé con ganas de conocer más sobre la gastronomía de Surinam. Tiene influencia asiática, ¡Claro que me interesa!

También me quedé con ganas de probar sus restaurantes hindúes. Si visitas la isla, ve a Tandoori Heights en Otro Banda, al lado del Kura Hulanda Hotel, y me dices qué tal se come.

Por último, recuerda, viajes a donde viajes, dedica parte de tu visita a conocer un poco lo que se come. Puedes sorprenderte.

Camina, pregunta y hazte amigo/a de gente que viva en el lugar que estés visitando. Ellos son quienes te van a llevar a comederas inolvidables.

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